En este libro se ofrecen diez ensayos que consideran el cómic desde diferentes propuestas analíticas. Comienza con el estudio de los cómics del indio Patoruzú y lo que significaron en la construcción de la identidad nacional argentina del siglo XX. Reflexiona sobre la importancia que tuvieron los tebeos en el imaginario de la infancia y la juventud españolas durante el franquismo. Analiza el impacto de los personajes malvados de los tebeos, como Doña Urraca y Don Berrinche, y la proyección simbólica de una realidad atroz que fue recogida por Carlos Giménez en Paracuellos. Dialoga con las influencias estadounidenses en muchos autores españoles contemporáneos, y reivindica a Marx y a Miguelanxo Prado como los pioneros de la novela gráfica en España. Ofrece una lectura intertextual del personaje de Mardín de Max, y profundiza en las voces de grandes autoras como Trina Robbins, Aline Kominsky, Diane Noomin, Phoebe Gloeckner, Debbie Drechsler, Julie Doucet y Carol Lay, que construyeron el mapa underground y post-underground de la territorialidad femenina. Contiene, además, una amplia reivindicación del pulso latino en la vertiente alternativa del cómic estadounidenses. Y se cierra celebrando la trascendencia multicultural de la obra de los hermanos Gilbert y Jaime Hernández y la influencia de sus personajes femeninos en autoraas como Jessica Abel.