Esta obra aborda el estudio de la producción ebúrnea hispana de la undécima centuria. Por falta de testimonios documentales y artísticos procedentes de otros posibles centro en este período, el estudio ha tenido que limitarse a los dos talleres de marfil cristianos que se desarrollaron en la Península Ibérica en la segunda mitad del siglo XI: León y San Millán de la Cogolla (La Rioja).Las piezas adscritas a estos focos presentan una gran calidad y se convierten en manifestaciones muy relevantes en el ámbito de la Historia del Arte Medieval. Algunas se pueden observar, aún hoy, en los tesoros de las iglesias o en museos de todo el mundo. A pesar de tratarse de obras muy conocidas y que forman parte de numerosas publicaciones, no se había elaborado anteriormente ningún conjunyo global pormenorizado.