Soportes, imágenes y visiones, advierten tres variables que conforman el sentido del presente volumen. El soporte de la imagen artística y del conocimiento histórico se define de forma general como aquello que se utiliza para mantener o sostener. Precisamente, en las investigaciones que recopila este monográfico el soporte, bien de la imagen artística, bien del conocimiento histórico, se convierte en aquel lugar en el que se guarda dicha imagen o conocimiento. Aquel lugar que ha permitido su conservación durante siglos y que tiene identidad por sí mismo. Las imágenes son aquello que el soporte ha permitido mantener, las cuales son identitarias de la realidad histórico-artística en y para la que fueron creadas. Estas pueden expresar una idea o un conjunto de ellas, un sentimiento, una emoción, una manera de entender el mundo. Así llegamos a las visiones. Existen tantas como ojos que observan esa realidad histórica o artística que expresan las imágenes. Podríamos definir visiones como aquellas miradas particulares que cada investigador ha ofrecido de su objeto de estudio, aquellos enfoques, personales y colectivos, generales y particulares, porque el hecho histórico, la imagen artística y el pensamiento no se rigen por un único paradigma, por un único dogma, ni por una sola intención.
Nuevos temas, nuevas miradas. La característica fundamental de este volumen es, por encima de otros valores presentes, la simbiosis entre el pasado como patrimonio compartido, su valor presente y su proyección hacia un futuro que demanda historia y memoria. El título de este libro, Del espacio a la identidad. Patrimonios y humanidades para en el siglo XXI, demuestra que hay un sentido teleológico en los enfoques y nuevas líneas de investigación humanísticas.

